martes, 10 de enero de 2012

Un mercadito de oportunidades en Lechería

Todos los domingos, desde muy temprano en la mañana comienza el movimiento en la cancha ubicada en la calle Tajalí, cruce con calle Calamar, de la urbanización Mar en Lechería. Lo que a diario es utilizado como un lugar de esparcimiento y deportivismo, representa durante un día a la semana, de 8:00 am a 4:00 pm, el sustento de muchas familias morreñas y la oportunidad de que diseñadores emergentes puedan mostrar su talento.

Ropa, zapatos, herramientas, electrodomésticos, comida y bebidas y bisutería son algunas de las cosas que se pueden encontrar en el Mercadito de Los Corotos, como fue bautizado por sus fundadoras. Nació en el año 2009 de la mano de Dulce Navarro, Nohelia Cabeza y Luisa Rochetti, quien actualmente no las acompaña en la dirección, con la intención de brindar a los vecinos de la localidad la oportunidad de activar la economía familiar, y al comprador, quien también es considerado un vecino aunque no lo sea, de conseguir lo que desea, ya sea nuevo o usado, a un precio accesible.

“Nuestras reglas son las normas comunes que debe cumplir un buen ciudadano, pero aunque parezca difícil de creer, a mucha gente le cuesta hacerlo. Mantener limpios sus puestos de trabajo, llegar temprano, no comenzar a vender antes de que todo este organizado y no trancar el estacionamiento para permitir la afluencia de vehículos son algunas de las que deben seguir quienes deseen pertenecer a esta comunidad”, aseguró Nohelia.

Cabeza explicó que la idea del mercadito es lograr que ambas partes, tanto el vendedor como el comprador, ganen. Por esta razón su lema es: “De los vecinos para los vecinos”, pues considera que juntos como comunidad, tienen más fuerza.

“Vecinos somos todos, el de la urbanización, municipio, ciudad, estado, país e incluso planeta, no se discrimina en los absoluto a quien desee trabajar aquí, mucho más porque para varios de nosotros, esto representa la única entrada de dinero a nuestros hogares”, enfatizó la administradora.

Un rincón de historia

Milagro de Carrera y su esposo, José Carrera, administradora y sociólogo de profesión respectivamente, forman parte del mercado desde hace 1 año y admiten que formar parte de este evento dominical los hace abandonar la rutinaria vida de quienes han pasado toda una vida trabajando y desean disfrutar su jubilación.

En su puesto se pueden encontrar toda clase de antigüedades desde pequeños cascanueces, cajitas de galletas navideñas, planchas de acero antiquísimas, suvenires de varias ciudades del país, ediciones de revistas y libros difíciles de encontrar, hasta monedas nacionales e internacionales fuera de circulación.

La pareja coincidió en que esta actividad, además de hacer más satisfactoria esta etapa de sus vidas, les permite tener otro ingreso de dinero que con el costo de la vida en estos días, se vuelve tan necesario.

Entre tizanas y bollitos

La comida también tiene su lugar en el mercado y Adriana Linares lleva un año y cinco meses formando parte de esta sección. Con su refrescante tizana ha ganado varios clientes en ese tiempo y comentó que muchos dicen venir exclusivamente a tomarla pues no desean empezar el día sin el sabor que la caracteriza. También asegura que este trabajo le ha permitido mantener unida a su familia pues tanto su madre como sus hijos siempre estan prestos a ayudarla.

Tortas de vainilla y chocolate, bollitos de maíz tierno, hamburguesas, jugos naturales, parrillitas, pastichos, refrescos y otros productos son posibles de encontrar en este pedacito de sabor en el mercadito.

Dulce Navarro, también administradora, explicó que cada vendedor inició con algo de dificultad pues hacer el punto no es sencillo, sin embargo cada uno ha logrado ganar seguidores que aseguró continuarán estando en el tiempo.

¿Cómo participar?

Para poder pertenecer a este grupo de expositores se debe enviar un mensaje de texto con nombre completo, numero de cédula y un correo electrónico donde recibirán las pautas a seguir. Adicionalmente deberán entregar el día de su asistencia, una fotocopia de la cédula de identidad y una constancia de residencia avalada por la asociación de vecinos o el concejo comunal o la alcaldía de su localidad. Igualmente traer la mesa o la manta donde colocaran sus productos.

“El costo por día es de 100 bolívares fuertes y existe la opción de rotar la permanencia en le mercadito sin tener que pertenecer y asistir de por vida que es justamente eso lo que permite que otras personas tengan la oportunidad de entrar, pues de no ser así seguirían estando sólo las 50 personas que junto a nosotras abrieron el mercado por primera vez”, dijo Nohelia.

Agregó que muchos vendedores pueden estar una, dos o tres veces por mes mientras que otros lo hacen incluso cada dos o tres meses, en cualquiera de los casos deben llamar previamente para apartar su puesto, llegar temprano, retirarse a la hora indicada, respetar los espacios, mantener limpia el área y estacionarse correctamente en el estacionamiento para no obstruir el paso. Lo esencial, reiteró, es que cumplan las normas establecidas.

Redacción/Foto: Yubelys Flores

Publicado por: José Madrid

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