El plátano, cebolla, ají”, son las ofertas que gritan a viva voz los vendedores del mercado municipal de Puerto La Cruz, para distorsionar la mente de los consumidores y opacar el pésimo olor putrefacto que da la bienvenida al lugar.
Aspirar cloacas ligadas con heces fecales y desperdicios de pollo, acompañan en el recorrido por el expendio popular donde irónicamente los portocruzanos compran sus alimentos de primera necesidad.
A propósito de la temporada decembrina se incrementan las visitas en el sitio que durante años ha presentado una imagen poco agradable.
“El mercado es la vergüenza del municipio”, lamentó Francisco García, un comerciante que tiene 17 años viendo las deficiencias. Sueña con que su lugar de trabajo se convierta en un orgullo porteño.
Aunque cada semana los expendedores pagan 30 bolívares para el mantenimiento y la alcaldía de Sotillo envía cuadrillas de limpieza, las condiciones muestran lo contrario.
García declaró que “limpian por donde pasa la reina” y todo la “pudrición” está pegada del piso por siempre.
Ayuda inmediata
Alberto Ordaz no hizo esperar sus quejas y mientras su compañero hablaba reiteraba que “el mercado no tiene dolientes”, denunció que las cloacas están colapsadas, los baños dan “asco” y la basura hace gala de honor.
Jhonathan Rodríguez y Eligio Vásquez coincidieron que el expendio es el cáncer da la ciudad turística, pues ningún gobernante ha logrado la cura a pesar de las “promesas y promesas”.
Tomada de: El Tiempo / Jackelyn Pinto
Publicado por: Yubelys Flores
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