martes, 13 de diciembre de 2011

No sube la calidad de vida

“El agua que sale del aire acondicionado la usamos para bañarnos”, estas fueron la palabras del ama de casa, Ynersy González, quien vive en el barrio Colinas de Valle Verde en Puerto La Cruz.

Los integrantes de la comunidad de Colinas deben ingeniárselas para sobrevivir con el agua que les llega. Con un tobo se bañan hasta cuatro personas. Pero esa agua no va al inodoro, sino que la recogen en envases para luego emplearla en la limpieza del hogar. “Todo es cuestión de reciclaje, Aquí no se desperdicia ni una sola gota”, comentó Dixon Janes, habitante de este sector, desde hace 25 años.


Algunos habitantes de Colinas de Valle Verde aseguraron que en esta comunidad el suministro de agua es intermitente.


Aunque lo normal es que el agua llegue una vez por semana, los residentes del sector denuncian que han pasado hasta 15 días han sin recibir una sola gota del líquido.


Para minimizar el problema de la escasez de agua, la familia González decidió construir un tanque, el cual es compartido con algunos de sus vecinos.


A correr


Cuando llega el agua los residentes de Colinas dejan de lado las actividades que estén haciendo para poner a llenar cualquier recipiente que sirva para almacenarla.
Hasta las botellas de refresco son útiles en el momento de guardar el líquido.


Además de que el servicio de agua es irregular, en la comunidad hay varios botes de aguas blancas. Dixon Janes explica que este problema se debe a una fuga en la tubería matriz. Esta irregularidad ha sido reportado en varias oportunidades a Hidrocaribe, Hidrológica del Caribe, sin embargo los representantes de esta institución no han prestado atención a las denuncias.


Cero Asfalto


Las calles de Colinas de Valle Verde parecen una pista de rustiqueo. La mayoría de los tramos de la vía tienen huecos.

“Aquí tenemos huecos de todos los tipos”, dijo Enrique Millán residente de la comunidad.
La cantidad de baches sobre las avenidas perjudican a quienes viven lejos de la vía principal del sector. Regularmente los transportistas cobran cuatro bolívares por desviarse de la ruta principal. Pero por la cantidad de huecos que hay, les piden hasta diez bolívares adicionales.


Las señoras que vienen del mercado son las más afectadas con esta problemática.
Muchas de ellas deben caminar cerro arriba con las bolsas de alimento para su familia. “Algunos conductores se conmueven y me llevan hasta mi casa, siempre y cuando les pague los cuatro bolívares del desvío, pero otros dicen que no van a dañar su carro” expresó Ana González, una abuelita de 68 años de edad.


Según Dixon Janes, desde hace 12 años no asfaltan las vías de esta comunidad. El dice que tiene clarita la fecha porque su papá trabajaba en un cargo público cuando pavimentaron la vía por última vez.


Tomada de: El Tiempo /Jackelyn Pinto

Publicado por: Yubelys Flores

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