miércoles, 7 de diciembre de 2011

“En Lechería se acabó el bochinche"

Muchos se preguntarán por qué en la ciudad morreña hay que desalojar a cierta hora los espacios públicos, si la Constitución Nacional contempla el libre tránsito, pero la causa, desafortunadamente, es el mal comportamiento de unos que restringió el sano esparcimiento de otros.

En vista de las constantes quejas de vecinos por las fiestas callejeras y el descontrol ciudadano, las autoridades locales se vieron obligadas a poner en marcha planes extremos de seguridad; entre ellos, no permitir -hasta el amanecer- la presencia de personas en estacionamientos, bulevares y otros lugares concurridos del municipio.

“En Lechería se acabó el bochinche”, con esa afirmación el director de la Policía Municipal de Urbaneja, comisario Freddy Perdomo destaca que desde hace dos años llevan a cabo un plan para evitar el desorden en las calles.

El jefe policial dice que están haciendo cumplir la ordenanza que rige la convivencia ciudadana en el municipio morreño, la cual establece que está prohibido el consumo de licor en las vías, así como eventos callejeros que alteren la paz de los vecinos.
Los agentes también están desplegados para hacer respetar el Decreto 003 de 2009, firmando por el alcalde Víctor Hugo Figueredo, que regula la permanencia de personas en varios lugares públicos.

De acuerdo al dictamen, los estacionamientos ubicados en playa Caleta y playa Cangrejo podrán ser usados dentro del siguiente calendario: Domingos, lunes, martes, miércoles y jueves desde 8:00 am hasta las 11:00 pm; y los días viernes y sábados, desde las 8:00 am hasta las 12:00 pm.
El decreto municipal también establece que los aparcaderos ubicados en playa Mansa y La Concha, podrán ser usados todos los días, sólo desde las 8:00 a.m. hasta las 10:00 pm, debido a que son espacios residenciales.

Además, está terminantemente prohibido estacionarse en las avenidas Américo Vespucio y R–16, tomando en consideración que funcionan como corredores viales y que en esas zonas hay condominios.

En pie de lucha

“Al menos el 90% de las personas que se quedaba hasta altas horas de la madrugada en las calles residía en otras localidades de la zona norte y no entendían que los alborotos perturbaban a los vecinos de Lechería”, comenta Perdomo.

El funcionario detalló que en playa Mansa, bulevar de playa Lido, playa cangrejo y cerro El Morro mantienen supervisión constante por ser esas zonas las más visitadas y donde comúnmente se fomenta la anarquía.

“No estamos violando el derecho al libre tránsito, simplemente esas son las normas y hay que cumplirlas”, afirma, aunque reconoce que por el abuso de algunos, otros deben someterse a las reglas.

De acuerdo a Perdomo, quien no colabore con los uniformados policiales en el desalojo de los espacios públicos, es multado con cinco Unidades Tributarias (UT), lo que se traduce en la cancelación de Bs. F 380 bolívares (380 mil bolívares). A su juicio, la denuncia vecinal ha sido vital para que el municipio dejara de ser la “zona de rumba callejera” de los habitantes de toda la zona norte de la entidad.

“Desde que se está aplicando el plan de seguridad para hacer cumplir la ordenanza de convivencia ciudadana y el Decreto 003 del alcalde, los accidentes de tránsito disminuyeron en por lo menos 70 por ciento, el delito de robo bajó entre 35 y 40 por ciento, mientras que los homicidios se redujeron en 98 por ciento”.

Perdomo apunta que hasta las caravanas estudiantiles de graduación son controladas en la jurisdicción. Al respecto dijo que las movilizaciones de liceos y universidades se hacen, pero sus participantes deben seguir una ruta específica: entrar por la avenida Camejo Octavio (desde el sector Venecia) recorrerla por completo hasta llegar a la redoma de playa Los Canales, incorporarse a playa Lido, luego a la avenida Principal, girar en el cerro El Morro y retornar por el mismo camino hasta salir del municipio. “No está permitido que se queden en algún lugar”.


Volvió la paz

Los residentes de la ciudad morreña aplauden la iniciativa municipal y aseguran que desde que se aplica el plan de seguridad para no permitir “bochinches” en espacios públicos, la paz volvió al municipio.

Rosa Acosta, habitante de Las Canoas, comenta que la avenida Américo Vespucio era una discoteca callejera sin control de ningún tipo. “No podíamos ni entrar a nuestras casas por los carros atravesados y la gente bebiendo licor”.

Marlon Ojeda, residente de Puerto Príncipe, dice que en la avenida que conduce a su condominio solían estacionarse conductores que colocaban música a todo volumen, decían groserías a viva voz y hasta hacían sus necesidades fisiológicas en plena vía. “Era una anarquía total. Ahora cuando apenas vemos a alguien que se estaciona en la avenida, rápidamente llamamos a la policía”.

Por su parte, Luis Villarén, morador de un edificio que está justo al frente de playa Mansa, destaca que no podían dormir con los sonidos de los carros y la presencia de personas en esa zona residencial en plena fiesta. “Pasábamos toda la noche en vela, escuchando desde salsa hasta música llanera”.

Aunque la gran mayoría de los morreños está de acuerdo con el control que aplican los uniformados policiales, otros, como Dayana Calderón, considera que las medidas son

extremistas. “Resulta incómodo y hasta injusto, porque si yo quiero ver la noche en la orilla de la playa no puedo, pues debo salirme a cierta hora, así no esté ingiriendo licor, ni generando desorden; lamentablemente por lo que hicieron desadaptados, pagamos todos”.

Denunciar es fácil

Para formular denuncias en persona, la sede de la Policía Municipal de Urbaneja se encuentra en la avenida Fabricio Ojeda, sector Madre Vieja.

También pueden notificar acciones irregulares de ciudadanos a través de los teléfonos de emergencia *POMU (*7668), 0800–800.00.91, 0281 -281.67.15 y 420.61.55.

La cuenta en Twitter es @PoliUrbaneja.

A lo largo del municipio hay 21 cámaras y las actividades alrededor son grabadas por el cuerpo de seguridad local.

Tomada de: El Faro del Morro / Yubelys Flores
Publicada por: Jackelyn Pinto

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